Donde quiera que se presente la Banda Filarmónica Juvenil, el ambiente se viste de fiesta y alegría por el timbre característico de sus instrumentos y de sus canciones. El colorido de sus atuendos se hace siempre extensivo a los auditorios, plazoletas, teatros y calles donde expone su virtuosismo.
Esa magia de los instrumentos de vientos también ha sido llevada a colegios de Bogotá, en los que la agrupación realiza emotivos conciertos didácticos mediante una estratégia que combina el juego y el aprendizaje. Así fue su último concierto-enseñanza que tuvo lugar en un inusual lugar en la localidad de Fontibón.
Los jóvenes artistas de la Banda llegaron con sus instrumentos a una antigua Bodega de alarmas ubicada en la calle 24 C No. 81-27, en el barrio Puerto de Teja. Si bien la estructura externa de la edificación es aún la de una bodega, su interior es un bello escenario en el que funciona Ensamblaje Teatro, escenario que ofrece una permanente programación cultural a los habitantes del sector.
“Es un honor tener a la Banda y al maestro Francisco Cristancho con nosotros, estoy viendo un trabajo arduo de todas estas personas, de los niños; es una formación maravillosa”, dijo Gerardo Torres, actor de Ensamblaje Teatro, mientras avanzaba el concierto didáctico que contaba con la participación de más de 200 niños del colegio Luis Ángel Arango.
La algarabía de los niños de primaria que vestía su uniforme de diario, repentinamente se extinguió para darle paso al silencio y a la música de los profesionales. Inmediatamente sonó una obra colombiana que cumplió con la misión de romper el hielo entre los actores de esa mañana. Luego los aplausos, las risas y el entusiasmo de los más pequeños le dieron continuidad a una jornada de aprendizaje mutuo.
“Un concierto excelente para los niños, una muestra grata, algo diferente, porque no están acostumbrados a este tipo de repertorios y agrupaciones. Vimos que se rescató mucho el valor por la música y los compositores colombianos”, destacó la violinista y maestra formadora del programa Jornada Completa de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Liliana Guerra.
En ese viaje con la música de los instrumentos de vientos, los niños aprendieron sobre trompetas, saxofones, marimbas y trombones, entre otros. Durante la jornada que los sacó de su rutina académica, aplaudieron repetidas veces para enaltecer a los artistas que también disfrutaron de la ‘maratón’ musical. Si bien buena parte del público esperaba un repertorio más próximo al reguetón, la Banda los impresionó con una serie de canciones muy conocidas como ‘A vivir la vida’ y ‘De música ligera’, como también obras de Bonifacio Bautistas y Luco Bermúdez.